Una mesa para todos

En un mundo lleno de etiquetas y grupos excluyentes, se hace necesario hacer un lugar en la mesa para el marginado, para que deje de comer migajas y se siente junto a otros a la mesa. Incluir al Excluido es la tarea en este mundo. Salgamos en búsqueda de los que no están, hagamos un lugar al marginado en la mesa de la felicidad.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Exclusión Informativa

No soy periodista ni trabajo como tal (por más que de tanto escribir me crea uno de ellos) pero no puedo dejar de referirme a la terrible exclusión que sufren ciertas noticias, ciertas realidades, ciertos grupos socio-económicos y sus demandas, en los medios de comunicación masiva, como canales de Tv abierta y diarios de circulación nacional.

No podría hablar con exactitud de los motivos por los cuales se produce esta exclusión, que redunda en que hay noticias que simplemente no son cubiertas, con mucho descaro, para después dejarle la responsabilidad al lector de buscar la mejor información. No podría asegurar los motivos por los cuales nadie cubrió con fuerza la huelga de hambre mapuche antes de los 30 días, pero me suena a  “corrección política”, a negación histórica, a la intención de crear la sensación de ausencia de conflictos sociales, pero también, a puro desinterés.

Pero duele y asombra ver que algo que siempre ha ocurrido, a saber, que ciertas noticias tengan mayor cobertura que otras, que salgan más temprano en los noticieros y que algunas otras no tengan espacio en la prensa, se vuelva cada vez más común y en temas  cada vez socialmente, más relevantes. Como la escaza cobertura de la huelga de los trabajadores de Farmacias Ahumada, que se extendió por varias semanas y que casi no apareció en la televisión ni en los diarios de circulación nacional. Entonces aparece la pregunta ¿conflicto de interés? La publicidad emitida en las tandas de comerciales de los canales de televisión por la que pagan estas grandes cadenas de farmacias ¿coacciona a los editores a bypassear estas noticias?
De hecho el gran aporte de CIPER  ha sido hablar sobre temas que no tienen cabida en la prensa tradicional o tratarlo con profundidad poco conocida, tratando de ampliar nuestra visión de la realidad, así como otros medios digitales que abarcan con un espectro más amplio la vida noticiosa de Chile y el mundo, evitando, en lo posible, sesgos ideológicos, que si bien están implícitos en cada nota y columna, dan espacio para un dialogo inter-ideológico.

Pero lo que aquí quiero dejar en claro, es que el periodismo no puede negar su influencia en la construcción de la realidad que conocemos, por más que no sea absoluta, que se debe reconocer que hay un grupo de poder económico que maneja parte importante de la prensa nacional, lo que atenta contra el pluralismo informativo, lo que lleva consigo la posibilidad de que puedan-y han hecho- informar, literalmente, lo que quieren.

Lo más terrorífico de todo, es que esta exclusión informativa afecta, justamente, a los más excluidos, lo pobres y los débiles, esos a los que les cuesta ser escuchados, ya sea porque nos duele lo que dicen o porque no nos conviene escucharlo. Y así, los más débiles pasan como fantasmas, que solo nos preocupan cuando comienzan a penar, y solo en ese momento, nos congraciamos con ellos, para que dejen de molestar.

El problema, es que nos dibujan otra realidad, eligen que decirnos y que no, y en un país con mala educación, eso es fatal, porque nos creemos todo. Hago un llamado a los medios, que no nieguen que influyen en la percepción de la realidad, que opten por la verdad mas amplia, que no ayuden a la exclusión tapando conflictos sociales como el caso de los Mapuche o las huelgas de trabajadores. Que no nos llenen de pánico dando puras noticias de delincuencia sin dar ni siquiera una de las tantas buenas noticias que hay. Porque si pasan cosas buenas en la vida, el problema es que no se muestran y nos dejan esa sensación de pesimismo, de batalla perdida, que a la vez nos paraliza para provocar un cambio, quizá porque a muchos les conviene, quizá no, quien sabe, pero lo que si sé, es que la amargura por un mundo con tantas cosas malas nos paraliza, nos desilusiona, restándonos fuerza para pro-mover un cambio desde nosotros mismos, de lo micro a lo macro, a corto, mediano y largo plazo, pero un cambio al fin. Por eso en este blog hacemos critica pero también exponemos lo bueno que otros hacen, porque nos demuestra que no se lucha en vano, que se consiguen cosas y que mientras más seamos, mas cambios habrán ¿como creen que se logro la revolución francesa?

Medios de comunicación, periodistas y ciudadanos, no ayudemos a la exclusión, expongamos la verdad completa, no solo la que nos conviene.

1 comentario: