Una mesa para todos

En un mundo lleno de etiquetas y grupos excluyentes, se hace necesario hacer un lugar en la mesa para el marginado, para que deje de comer migajas y se siente junto a otros a la mesa. Incluir al Excluido es la tarea en este mundo. Salgamos en búsqueda de los que no están, hagamos un lugar al marginado en la mesa de la felicidad.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Viejo Querido (con comentario incluido)



Publicado por Jorge Navarrete en  El Post el 24 de noviembre


No puedo escribir algo que sintetice mejor la vida y obra de este hombre, por eso repito aquí lo que escribe Jorge Navarrete, para comentarlo al final del articulo


Nacido el 21 de octubre de 1927, Sergio Valech Aldunate se convirtió en uno de los sacerdotes que más ha prestigiado a la Iglesia Católica. Proveniente de una familia muy acomodada, y contrario a lo que muchos piensan, se trató de un hombre que estuvo más cerca de las ideas y sensibilidades políticas de la derecha.



Quizás por eso es que en una época muy difícil para nuestra patria tuvo todavía más valor su profundo testimonio en favor de la libertad, la vida humana y la defensa de los derechos humanos.
En efecto, monseñor Valech tuvo que presidir la Vicaría de la Solidaridad en momentos particularmente duros de la dictadura, enfrentándose con coraje a las autoridades de la época y a una clase política que adhería al régimen militar.



Años después, y durante el gobierno de Ricardo Lagos, aceptó presidir la Comisión sobre Prisión Política y Tortura (también conocida como la “Comisión Valech”), la que emitió uno de los informes más desgarradores que he leído en mi vida. La fortaleza moral de este pastor, su reconocida ecuanimidad, sumado a su constancia y prudencia, permitieron que ese texto publicado en 2004 se constituyera en uno de los hitos más significativos en la reivindicación de la libertad y la dignidad humana; el que hoy –después de años en que se intentó ocultar la verdad- ningún hombre o mujer de buena voluntad se atrevería a poner en duda.



Pero quizás la faceta más desconocida de monseñor Valech se refiere a su infinita generosidad. Dueño de una muy importante fortuna, pocos saben cuánto hizo este hombre por ayudar a los más pobres y desamparados. Son innumerables las escuelas, consultorios médicos y viviendas sociales que se construyeron con sus anónimos aportes. De la misma forma que colaboró durante muchos años con otro centenar de fundaciones y personas que dedicaron su vida a luchar contra la pobreza.



A los 83 años de edad falleció un príncipe de la Iglesia, al que recordaremos con admiración, alegría y profunda gratitud.

 Mi comentario...testimonio del señor

La importancia de monseñor Valech en la historia mas reciente de Chile es, realmente, invaluable. No solo por su gran lucha por los derechos humanos, sino, por el testimonio y los valores que esta lucha implican. Radicalidad en Cristo, luchando por los pobres y por la verdad mas allá de sus convicciones políticas, porque su primera convicción, y la que lo movía en todo, era su amor por Cristo y su compromiso por cumplir su voluntad, transmitir su amor. Monseñor Valech, no es una isla en la Iglesia ni un bicho raro, es el testimonio real del amor de Dios. Y como el hay muchos, mas anónimos, con menos relevancia y tal vez con menos correccion  política. Ha tantos cristianos y sacerdotes que dan su vida por el evangelio, tenemos a los mártires del Salvador, a sacerdotes y fieles colombianos que se entregan como moneda de cambio por los secuestrados...etc. 
Asi, como hay testimonios de errores grandes en la iglesia, también los hay de fidelidad a Cristo y de amor a los hombres. Y este hombre, que sale mucho menos en las noticias que tratar a una ministra de gobierno de Nazi, es un verdadero testimonio cristiano, de sacerdote, de iglesia.

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