Una mesa para todos

En un mundo lleno de etiquetas y grupos excluyentes, se hace necesario hacer un lugar en la mesa para el marginado, para que deje de comer migajas y se siente junto a otros a la mesa. Incluir al Excluido es la tarea en este mundo. Salgamos en búsqueda de los que no están, hagamos un lugar al marginado en la mesa de la felicidad.

martes, 7 de diciembre de 2010

Daños y Perjuicios


Hoy caminaba por el centro de la ciudad, me dirigía al Juzgado de Letras a cumplir con el encargo de un amigo, en una causa judicial que trata de hacer justicia con una anciana de 82 años, que sufre Parkinson y a la que un sin vergüenza pretende incumplirle con el pago de una deuda. El tramite merecía cierta urgencia, así que pidiéndole un esfuerzo a la señora “L” (no viene al caso dar a conocer su identidad), nos pusimos de acuerdo para encontrarnos a las 11:30 en la puerta del tribunal.


Cuando llegue al lugar de encuentro, la señora “L” aun no llegaba, por eso, subí a revisar que todo estuviera en orden para dar paso al trámite. Para mi sorpresa, habíamos pasado por alto que hoy se llevaría a cabo un paro de funcionarios del sector público, que incluía a los funcionarios del tribunal, sin los cuales, no hay tramite posible.


De inmediato se me vino a la mente la idea de que este paro le estaba causando a la señora “L” un tremendo perjuicio, la hacía salir a la calle con su enfermedad a cuestas e implicaba un riesgo para el curso exitoso de su demanda judicial. Sin embargo, bastaron unos segundos para darme cuenta que quienes viven en un perjuicio constante son los trabajadores que adhieren a este paro.  Si bien, hay un pequeño perjuicio a la señora “L” es difícil no reconocer que sin ellos, ni siquiera tendría la posibilidad de haber presentado su demanda y que muchas otras veces tuvo, gracias a ellos en parte, la justicia que buscaba. No estoy justificando un mal menos por un mal mayor…no. Pero muchas veces es necesario reconocer que hay lugares y personas que “más necesitan”  y en este caso, los funcionarios públicos necesitan… mantener a sus familias.


El proceso de negociación ha sido duro entre gobierno y la ANEF y, como siempre, instrumentalizado políticamente entre oficialismo y oposición en desmedro mutuo. Lo importante es no olvidar que así como los profesores, trabajadores del comercio y tantos otros, ven como día día su trabajo duro vale menos dinero y como eso afecta sus vidas y el bienestar de su familia. Y el perjuicio no es el no poder usar ropa de marca o la imposibilidad de adquirir un iPad, es generalmente, el no tener acceso a buena salud, buena educación, una buena dieta y en general, una vida cómoda.


Y aunque se puede decir mucho en contra de los funcionarios público, como el hecho de su cuestionada eficiencia, que no es más que el producto de un sistema que no promueve la motivación y el logro de metas en el trabajo, también se puede decir mucho de bueno, como el servicio invalorable que prestan. En fin, lo que quiero decir, es que más allá de nuestro perjuicio particular con este paro, que generalmente será marginal, es necesario tomar conciencia de una necesidad ajena, de un justo deseo de justicia salarial, porque son personas como todos nosotros, y por lo tanto, necesitan nuestra solidaridad.  Ellos también sufren Daños y Perjuicios.

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